lunes, 14 de mayo de 2012

Cuando siento que te enfermo...

Cuando decidimos actuar, es natural que surjan conflictos. Es natural que se produzcan heridas en el transcurso de estos conflictos. Las heridas pasan: sólo quedan las cicatrices.

Pero que pasa cuando esas cicatrices duelen? 

Las cicatrices pueden ser signos de episodios violentos. Una vía abierta y luego clausurada al interior de tu cuerpo, que por dentro es feo, espeso como el magma, contenido sólo por piel y abrochado, para que no se escape, por una línea de sutura.

Pero metafóricamente hablando tambien contenemos cicatrices, esas de las que son mas internas, esas que rajan esperanzas, esas que desmotivan acciones, mas aun si uno se rige en ese submundo de pesimismo e ironia.

El pasado no es posible cambiarlo, el que no olvida a veces puede en parte remediarlo.

Y como es costumbre, el ser trágico que tenemos adentro hace su aparicion, en una pequeña pero siempre presente redacción...

"Se pueden tener gracias a la tristeza, soledad y decepciones el corazón lleno de cicatrices, así como de pequeños huecos como resultado de dar trozos de nuestro corazón a personas a quienes queremos... y esos huecos persisten y producen vacíos en el corazón porque no solemos tener quien nos de una parte de su corazón para cubrir ese hueco que en el nuestro a quedado. 

Así esta el corazón, lleno de cicatrices, aunque con cada cicatriz se hace mas duro, dureza que limita la producción y reparto de amor a quienes me rodean haciendo selectiva y minúscula su repartición."

En este caso no hubo olvido y se logró hacer justicia?