jueves, 15 de julio de 2010

El mal llamado, comodidad...

Se vuelve al circulo vicioso que emana la frondosa alma, el declive de ser humano.

Se cae en el mal necesario de expresar lo que no se nos dice en lineas que plasmamos en un papel, el caso a abordar: uno mismo.

Ser una persona integra, de buenos principios, de buena educción pero de recursos existenciales tan solubles como el polvo, y el otro pensar, todo lo contrario. Una lucha de situaciones, sucesos, vivencias donde cada uno crece de manera no muy distinta y que llegado a cierto punto envidian la supervivencia de ellos, es increíble la forma en que la bestia toma estos tomos y los licua, por así decirlo, en un pleito de vida.


Se escuchaba y a la vez miraban como es que se que tiene tantos problemas y pueda dar satifacción a terceros y no a uno mismo. Irónico. Se oía que no es culpa tuya pero tampoco la mía. Es de los dos.

Enlodado de cólera y furia es lo que deberías sentir, pero eso es de débiles. Pero es acaso eso no es una forma de engañarte? es acaso una forma de querer suprimir alguna carencia?.

Eso nadie lo sabe ni nadie lo sabrá, suponemos.

Concluimos en lo que todo ser debe tener en cuenta, no vivir de la ignorancia y peor aún no vivir o depender de terceras cosas que más nos hunden en el circundante camino llamado, vida.

Tocan la puerta, es hora de partir.

jueves, 1 de julio de 2010

Cuando los unos, llaman a los otros

Son las 1;39 de la madrugada, me dio unas ganas raras de escribir, el motivo es aún misterioso pero a la vez relajante, el poder escribir es como tocar guitarra, pensando en el hecho de cómo seria mi existencia según la filosofía de un conocido que hablaba de la vida como si fuera un monopolio, donde comprabas lo que deseabas y le sacabas el jugo a mas no poder.

No podía dejar de pensar en lo vacía y engañosa que es su forma de pensar, y lo peor de todo es haber tratado de querer emular tal inconciente ideología, hoy puedo decir que si, mal que bien, tengo una estabilidad emocional estable, obvio con sus altibajos, puedo caminar con la convicción de no haberme equivocado en mis decisiones.

Aunque a veces, y es de ser humano, dudar y repensar las cosas, en un afán asumo de torturarse pero a la vez de confirmarte lo maduro que es uno al tener la convicción de lo que se propone o se realiza.

Se acercan mis vacaciones, mi fin de ciclo, espero poder tener la paz que merezco ya que eso generara en mi arcas de “vibraciones buenas” mucha satisfacción, es que por fin podré tener tiempo para pensar y realizar cosas que quedaron sueltas en el camino.

Se lograra tal camino?