jueves, 15 de julio de 2010

El mal llamado, comodidad...

Se vuelve al circulo vicioso que emana la frondosa alma, el declive de ser humano.

Se cae en el mal necesario de expresar lo que no se nos dice en lineas que plasmamos en un papel, el caso a abordar: uno mismo.

Ser una persona integra, de buenos principios, de buena educción pero de recursos existenciales tan solubles como el polvo, y el otro pensar, todo lo contrario. Una lucha de situaciones, sucesos, vivencias donde cada uno crece de manera no muy distinta y que llegado a cierto punto envidian la supervivencia de ellos, es increíble la forma en que la bestia toma estos tomos y los licua, por así decirlo, en un pleito de vida.


Se escuchaba y a la vez miraban como es que se que tiene tantos problemas y pueda dar satifacción a terceros y no a uno mismo. Irónico. Se oía que no es culpa tuya pero tampoco la mía. Es de los dos.

Enlodado de cólera y furia es lo que deberías sentir, pero eso es de débiles. Pero es acaso eso no es una forma de engañarte? es acaso una forma de querer suprimir alguna carencia?.

Eso nadie lo sabe ni nadie lo sabrá, suponemos.

Concluimos en lo que todo ser debe tener en cuenta, no vivir de la ignorancia y peor aún no vivir o depender de terceras cosas que más nos hunden en el circundante camino llamado, vida.

Tocan la puerta, es hora de partir.

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