jueves, 1 de julio de 2010

Cuando los unos, llaman a los otros

Son las 1;39 de la madrugada, me dio unas ganas raras de escribir, el motivo es aún misterioso pero a la vez relajante, el poder escribir es como tocar guitarra, pensando en el hecho de cómo seria mi existencia según la filosofía de un conocido que hablaba de la vida como si fuera un monopolio, donde comprabas lo que deseabas y le sacabas el jugo a mas no poder.

No podía dejar de pensar en lo vacía y engañosa que es su forma de pensar, y lo peor de todo es haber tratado de querer emular tal inconciente ideología, hoy puedo decir que si, mal que bien, tengo una estabilidad emocional estable, obvio con sus altibajos, puedo caminar con la convicción de no haberme equivocado en mis decisiones.

Aunque a veces, y es de ser humano, dudar y repensar las cosas, en un afán asumo de torturarse pero a la vez de confirmarte lo maduro que es uno al tener la convicción de lo que se propone o se realiza.

Se acercan mis vacaciones, mi fin de ciclo, espero poder tener la paz que merezco ya que eso generara en mi arcas de “vibraciones buenas” mucha satisfacción, es que por fin podré tener tiempo para pensar y realizar cosas que quedaron sueltas en el camino.

Se lograra tal camino?



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