lunes, 19 de enero de 2009

Engañarse a sí mismo...

Hace poco se tocó el tema sobre el engañar a otra persona pero hace poco sucedió algo que me hizo pensar que hay algo peor que eso y es... engañarse uno mismo.

Lo primero es desechar todo tipo de razonamiento lógico acerca del tema en el cual nos queremos engañar, puesto que esto conduciría peligrosamente a encontrar la verdad. Engañarse a sí mismo bien puede ser un acto de piedad porque si uno es una persona odiosa no podría vivir consigo mismo si no tiene una visión distorsionada de la imagen propia.

Una vez desechado el estorbo de los pensamientos lógicos, se debe planear la mentira. Esta ha de ser cuidadosamente escogida, puesto que siendo nosotros inteligentes (vamos a asumir que así es), podríamos darnos cuenta de nuestro engaño, y al final no conseguiríamos engañarnos. Un método efectivo es hacer una sustitución de la verdad a través de repeticiones constantes. Por ejemplo, si nosotros sabemos que apestamos como bloguer, debemos repetirnos constantemente "yo soy un buen bloguer y el público me ama" por lo menos cien veces al día durante una semana. Al final de la semana, se hará una evaluación. Leeremos nuestros posts nuevamente y si notamos destellos de genialidad, sabremos entonces que vamos por buen camino.

Cuando hayamos logrado engañarnos totalmente, cuando a pesar de toda evidencia estemos convencidos de que lo que pensamos es cierto, conviene desechar los recuerdos de cómo lo hicimos. Si nos vienen a la mente pensamientos como “¿me estaré engañando yo mismo?” debemos negarlo rotundamente una y otra vez...











1 comentario:

Giancarlo Guillen C dijo...

hahaha, que buena esa me encanto xD!!