viernes, 26 de junio de 2009

Zopenco! un gusto...

Nuestra ciudad vive frenética el paso de un clima extraño. No sólo un frió terrible nos agobia, también hay una singular neblina que se pasea por los edificios de Miraflores. En una casa de estudio, miles de estudiantes suben y bajan escaleras, muchos de ellos rumbo al desempleo. Mientras tanto, en una comunidad de estudiantes se ha generado una lucha caótica donde un miembro de la misma lanza una interesante interrogante "¿De qué nos sirve tener educación si no tenemos cultura?". Los protagonistas de este tinglado de dimes y diretes no se sabe a ciencia cierta quienes son, porque hay muchos que no muestran su verdadera identidad, por si fuera poco, escriben igual, incluso con las mismas faltas ortográficas. Definitivamente esto es una enfermedad.

Es que parece que esta de moda hacer de tonto, es quizas aparentar ser la persona que siempre hubieses querido ser. Me pregunto yo y pregunto al lector:

¿Porqué no te quieres aunque sea un poquito?

¿Porqué no eres tu mismo y no algo parecido?

Un consejo, usen menos el coco y un poquito mas la piel, ya que somos lo que somos y si no lo quieres ver ¡¡Eres tonto!!. Si no te gustas es que no estás vivo ¡¡Eres tonto!!. Pero eso es algo que nació contigo por eso eres tonto.


Volvamos a lo que nos interesa para poder salir de esta mediocridad que nos invade y jode porque esos es lo hace JODE la pita, sin mas preámbulos la Cronica Marciana....


No voy a volver

Un periodista viejo, calvo y panzón dijo alguna vez que un periódico podrá ser cualquier cosa, menos un lugar aburrido. Le doy toda la razón. Tania llegó una tarde nublada. Una tarde en la que tres machos en edad reproductiva, esperaban ver que tal esa la nueva practicante. Su vocecita de princesa de Walt Disney y sus ojos chinitos le hicieron pasar el examen. A partir de entonces, el ritmo del periódico la fue tragando.

Las noticias volaban y los reporteros corrían detrás de ellas. Mientras tanto, la tímida Tania frente a su computadora, aprendía a navegar, mandar emalis o chequear direcciones electrónicas, labores propias de una revista. Su carácter, super reservado, se reflejaba en las pocas palabras que pronunciaba durante el día. La primera, al llegar "Hola, ¿que tengo que hacer?". La ultima a las diez de la noche, cuando se levantaba con los ojos cansados de tanta computadora y preguntaba con voz tímida voz: "¿me puedo ir?".

Nada hubiera cambiado si es que un día Tania no se aparece con la idea fija de abandonar el periódico "¿Por qué? ", preguntamos todos, conscientes del buen trato que le habíamos dispensado. Su respuesta fue clara y sencilla. Se había dado cuenta de que odiaba el internet y que quería dedicarse a vivir lejos de una pantalla de computadora. Su sueño era viajar, amar y devorar todos los libros habidos y por haber. Sonaba interesante y, cómo era lógico, accedimos a que se fuera siempre y cuando consiguiera una reemplazante. "Ya la estoy buscando por todo Lima", fue su respuesta.

Sin embargo, dos días después un correo electrónico paralizó a la redacción de la revista. El titulo de la misiva era: "Carta de renuncia y denuncia" y estaba firmada por Tania. Leerla no nos demoró ni cinco minutos, pero el impacto que nos produjeron aquellas palabras iniciales sobrevive hasta hoy. "Iré al grano, no voy a volver". Como es lógico, en un diario las noticias vuelan. Algunos redactores que se enteraron de ésta celebraron la renuncia de Tania como un triunfo de la sensibilidad contra la fría modernización de la Red. Otros, incluso, vieron una metáfora de la rebelión contra la máquina. La verdad es que no lo sé. Lo que sí nos apenó a todos fue que esa chica nunca permitió que la conociéramos de verdad. Y como dice Héctor Lavoe. "su historia es un periódico de ayer".





1 comentario:

Sakata Gintoki dijo...

Habla causa, oe bastante bueno, veo que estas puliendo mas y mas tus dotes, tienes un excelente don para escribir al estilo de ensayo, ademas de narrativa, ahi nos vemos un dia de estos ps.

Saludos